Los textos literarios

Los textos literarios se caracterizan por tener una finalidad poética. En estos textos los autores pueden expresar sus emociones sin ningún tipo de restricción.

 

Estos textos pueden ser clasificados en tres grandes grupos:

 

Textos narrativos: en este tipo de textos un narrador narra hechos donde participan personajes, dentro de un determinado tiempo y espacio, siempre en forma de prosa. Algunos ejemplos de estos tipos de textos son cuentos, novelas e incluso narraciones de hechos históricos.

Su estructura suele estar dividida en tres grandes partes, una introducción, un nudo y un desenlace. A su vez pueden diferenciarse tres tipos de narradores:

Narrador testigo: este se halla presente en la narración, pero solo detalla datos perceptibles como movimientos, pero sin conocer absolutamente todo lo que sucede o sucederá.

Narrador omnisciente: este tipo de narradores se caracteriza por conocer y saber todo lo que sucede y sucederá, mismo los sentimientos y pensamientos de los personajes involucrados. Normalmente es utilizada la segunda o tercera persona.

Narrador protagonista: el personaje principal y el narrador es el mismo. La primera persona puede ser tanto plural, como singular.

 

Textos líricos: este tipo de textos tiene como finalidad expresar sentimientos, generalmente personales. Suele haber un narrador que es el personaje principal, al que se le pueden adherir otros personajes.

Habitualmente estos textos se presentan en forma de verso. A partir de los mismos las frases son separadas y dan lugar al ritmo. La métrica fue establecida según el número de silabas que contienen, se distinguen aquellas que posee ocho, diez o catorce.

Además los versos pueden ser diferenciados según la rima con la que finalizan en: asonante y consonante.

A lo largo de la historia se han desarrollado diversos géneros, sea por los diversos estilos utilizados, culturas que lo han aplicado, o mismo por autores particulares, entre otros motivos. Algunos son el soneto, la oda, el romance,  el caligrama y la balada.

Algunos de los recursos literarios más usados son las figuras fonéticas como la paronomasia o la onomatopeya, además la anáfora, la enumeración, las figuras sintácticas como las elipsis, entre muchos otros.

 

Textos dramáticos: también son conocidos bajo el nombre de textos teatrales. La forma en que se presentan estos textos es a través de diálogos.

Algunos elementos específicos de éstos son:

Escena: estas son las subdivisiones de los actos. Dentro de cada escena se presentan los mismos personajes. Al entrar o salir algún personaje, se cambia de escena.

Acto: es la división de mayor importancia en estas obras. Son delimitadas por el cierre y apertura del telón.

Cuadro: estos también son divisiones pero, determinadas por la escenografía. Al cambiarse el escenario, se cambia de cuadro.


Tipos de textos narrativos

Existen distintos tipos de textos, uno de ellos es el narrativo, caracterizado por contar una historia, ya sea ficticia o real, que se desarrolla en un espacio puntual, a lo largo de un determinado período de tiempo. Dicha historia es protagonizada por una serie de personajes, que también pueden ser reales o imaginarios.

Algunos de los textos narrativos que existen son:

 

Cuento: este se caracteriza por ser una narración literaria corta y compuesta por pocos personajes. Además de esto, la acción que es relatada se caracteriza por su sencillez.

 

Novela: esta es una narración literaria de mayor extensión que la anterior. Esto hace que contenga un mayor número de personajes, más acción y que el relato narrado se vuelva más complejo.

 

Historieta: en estos se da una combinación entre los elementos gráficos y el texto en sí. Generalmente, estos contienen un personaje principal y varios secundarios. Además, se caracterizan por representar por medio de gráficos aquello que está escrito, lo cual se coloca dentro de globos. Sumado a esto, suelen recurrir a ciertos símbolos para expresar aquello que los personajes piensan o sienten. Un ejemplo es colocar un foquito en la cabeza de uno de los personajes, lo cual hace entender al lector que al personaje se le ha ocurrido una idea.

 

Chiste: los chistes son pequeñas historias (o juegos de palabras) que son narrados con el objetivo de hacer reír a quien lo reciba. De todas maneras, los chistes pueden no limitarse sólo a objetivos humorísticos, sino combinarlos con enfrentamientos deportivos, políticos, críticas, etcétera. Los chistes suelen contener dos partes, por un lado la introducción, y por otro, la gracia. Esta última es la que hace reír al receptor.

 

Diario de vida: se caracteriza por estar compuesto por una serie de relatos producidos por un autor en primera persona, que intenta expresar hechos o experiencias personales que resultan importantes y que por lo tanto desea registrar. Los relatos incluidos en un diario se ordenan por día, de allí su nombre.

 

Biografía: por medio de ésta se intenta narrar la vida de una persona. Generalmente, las biografías son realizadas sobre personajes que resultan significativos dentro de la sociedad, por lo que resulta interesante dar a conocer su vida. Puede ocurrir que la biografía sea contada por la misma persona, en este caso, se las denomina autobiografía.

 

Crónica: incluye el relato de un acontecimiento ordenado en forma cronológica, es decir, de acuerdo al orden en que los hechos han ocurrido.

 


Tipos de cuentos

El cuento es una narración breve en la que se relatan hechos ficticios. Los cuentos se caracterizan por tener una cantidad pequeña de personajes y argumentos medianamente sencillos.  Se pueden diferenciar seis:

 

Cuentos maravillosos: estos cuentos se caracterizan por la presencia de personajes que no existen en el mundo real y que se perciben como normales a lo largo de toda la historia, por ejemplo: dragones, hadas, brujas, animales parlanchines, etcétera. Por otro lado, se caracterizan por no identificar el tiempo y lugar en el que se desarrolla la historia. Se habla de lugares lejanos, erase una vez, y otras expresiones imprecisas. Además, en estos cuentos no se hacen descripciones demasiado prolongadas, simplemente se destacan ciertos rasgos característicos de cada personaje y lugar. Por último, en estos cuentos existen ciertas acciones o fórmulas que se repiten en todos los cuentos. Por ejemplo, expresiones como “había una vez” o que los personajes deban atravesar tres pruebas.

 

Cuentos fantásticos: este tipo de cuentos se caracteriza por la irrupción de un elemento anormal en una historia que venía desarrollándose dentro de un marco real. Esto hace poner en duda al lector sobre si es producto de la imaginación del personaje o una consecuencia sobrenatural. Esta incertidumbre entre si es imaginación o realidad mantienen al lector con el interrogante hasta el desenlace. Un ejemplo de este género es Alicia en el país de las maravillas.

 

Cuentos de ciencia ficción: estos cuentos se basan en mostrar cómo afectan una comunidad o a un personaje específico, ubicados en el pasado, presente o futuro, los avances tecnológicos y científicos. Se aclara que son de ficción por que contienen elementos que son ficticios, que son los que generan suspenso para atrapar a quien lo lee.

 

Cuento policial: narra hechos relacionados con la delincuencia, crímenes y justicia. Generalmente, su temática principal tiene que ver con la resolución de algún delito, o bien, con la persecución de algún criminal. Generalmente se habla de dos tipos de narraciones policiales, la blanca y la negra. En la blanca, el policía cumple con su deber y es quien se encarga de atrapar al delincuente. En la negra, el policía se infiltra en el grupo delictivo para hacerse con el criminal.

 

Cuentos realistas: estos cuentos presentan historias que buscan ser creíbles por medio de acontecimientos que se muestran como reales. A pesar de esto, no persiguen la verosimilitud, puesto que son producto de la imaginación de su autor. En estas narraciones son especificados el tiempo y lugar en los que se desarrolla la historia, se utilizan descripciones con precisión y claridad. Además, los personajes se caracterizan por ser comunes y corrientes, en los que sus defectos y virtudes se descifran con facilidad.

 

Cuentos de terror: el autor de estas narraciones busca infundir el miedo en sus lectores valiéndose de temas que puedan causar dicho efecto, ya sea la muerte, catástrofes, crímenes, etcétera. Muchas veces, los cuentos buscar causarle temor a sus lectores con objetivos moralizantes. Es decir, causan miedo para evitar que el lector repita una determinada acción. De todas maneras, esto no es inherente a este tipo de relatos.

Fuente: http://www.tiposde.org/